Antonio Amaya El Petete



De la mano de… Farruquito


La bienal de Flamenco extiende algunas propuestas a los barrios como es el caso de la Factoría Cultural, en las tres mil viviendas – una zona a la que llevaron a todos los gitanos que vivían en Triana hace muchos años-. El proyecto es dar un espacio a jóvenes emergentes apadrinados por una figura destacada del flamenco. En este caso el bailaor Juan Amaya El Petete fue apadrinado por Juan Manuel Fernández Flores Farruquito.

Antes que comenzara la actuación se realizó una performance con jóvenes del barrio lideradas por el bailaor El Torombo, en un recorrido por el hall del teatro, los pasillo y escaleras un grupo de chavales cantaban, bailaban, tocaban las palmas, la guitarra y la percusión con el soniquete de las tres mil. Hay un reclamo constante de éste bailaor de que la mirada vuelva a estar puestas en esta cantera de futuros artistas.

El público es llevado hacia las puertas para ubicarse en el auditorio. El escenario despojado solo con cuatro sillas y una plataforma para bailar. El padrino dice unas palabras:  Juan es una joven promesa de ésta cantera. Le falta formación, pero le sobran ganas. Le ha regalado un pañuelo para que Amaya baile simbólicamente acompañado por el propio Farruquito.

Después de su presentación entra a escena los cantaores Juan José Amador y el Pechu, el gran guitarrista El Perla y Torombo con una faja negra con la cual viste al joven Amaya.
Suena el cante por martinete, al principio su rostro reflejaba nerviosismo, sus brazos un tanto rígidos, pero en la medida que avanzaba el baile va ganando confianza.
El mejor momento fueron las alegrías donde se soltó y su rostro reflejaba momentos de disfrute. También lo hizo en la soleá para cerrar el espectáculo. Los músicos impecables, el Perla con un sonido claro en su guitarra de lo más flamenco y Juan José Amador con una voz profunda que provocaba el baile.

Para cerrar como siempre el fin de fiesta dónde se subieron todos los jóvenes del barrio que apuestan por el flamenco, y el mismo padrino que se echó una pataíta por bulerías como broche de oro. Un espectáculo sencillo que muestra lo más significativo de este arte que habita entre esos jóvenes de las tres mil, una forma de expresarse que suena a flamenco por donde se los mire.

Gabriel Vaudagna / Sevilla Bienal 2018.
Foto Oscar Romero, portal de la Bienal.

FICHA ARTÍSTICA
Baile: Antonio Amaya el Petete
Cante: Juan José Amador, José Manuel Astarida Delgado El Pechu
Guitarra: El Perla
Palmas: Torombo

15 Set. Factoría Cultural

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