QUEJIO
De Salvador
Távora
El quejío del desesperado. La sombra proyectada. Los
hombres atados. “El que tiene zapatitos
nuevos” dice el cante… El hilo conductor de la obra se desdibuja mientras
en el fondo se proyectan imágenes como dibujos animados que van cobrando vida y
pareciera que uno se sumerge en una película.
La mujer, expectante, observa. La mujer -una entre
cuatro hombres- está fuera de todo discurso, del trabajo y la opresión. La mujer
solo tiene un cántaro, una silla y un pañuelo para en algún momento secarle el
sudor a alguien.
El grito de
dolor
Me voy de mi
tierra con dolor, vuelve a sonar el cante.
La puesta en escena que trae el gran director teatral
y flamenco, Salvador Távora, esta lleno de imágenes, y a la vez de preguntas. En
una puesta austera y a la vez cargada de simbolismos a través de ciertos
elementos, el autor da cuenta de dos mundos muy marcados, el del obrero y el de
los zapatitos nuevos… La obra se estreno
en el año 1972, en una España de dictadura, dónde el discurso colectivo sería,
siguiendo el hilo del cante: Cierra los
ojos y camina y no preguntes na… que antes que llegues a la esquina te van a
echar para atrás, podría sentirse por peteneras…
Pero esta obra también habla de quienes tuvieron que
emigrar por falta de recursos o por buscar un mundo mejor… Yo vengo de esa tierra dónde se queman en los cirios de cristo el dolor
de un pueblo, sonando por seguiriya… aquí la figura de la iglesia
transformada en cante.
Pero la lectura puede ser revisada y poner a esos
mismos intérpretes atados a unas cadenas del nuevo sistema económico actual, a
un mundo globalizado en el que nadie quiere quedar fuera aun estando fuera.
Atado, quizás a algo que no los deja progresar, y a la vez vivir, pero esa
lucha se ha transformado en su razón de ser.
La obra termina con un mensaje esperanzador, juntos
podremos mover el mundo y tres personajes atados de las manos a un gran tanque
que opera quizás de sistema, logran poco a poco moverlo.
Pero al margen quedó nuevamente el papel de la mujer.
En una lectura hacia el año 72, cuando fue estrenado, podría justificarse ya
que el lugar de la mujer en la sociedad era servir a su hombre… Pero 45 años
después, ¿qué significa el rol de la mujer para el director?
Quejío
muestra escenas muy poéticas dónde el cante flamenco aparece despojado, algunas
veces como denuncia social, otras para expresar la queja del oprimido, y otras
sólo para dar cuenta de su propia existencia.
Quejío un
espectáculo teatral flamenco que abre una mirada diferente sobre el flamenco en
la Bienal.
Gabriel Vaudagna / Sevilla, Bienal 2018.
Foto: Oscar Romero
portal de prensa de la Bienal.
FICHA TÉCNICA
Cantaores: Manuel
Vera Quincalla, Florencio de Gerena, Manuel Márquez de Villamanrique
Guitarra: Jaime
Burgos
Baile: Juan Martín
Mujer: Mónica de Juan
Idea, concepción de
los cantes, escenografía y dirección general: Salvador Távora.
15 Set. / Teatro Lope
de Vega.
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