“La calle de mis sueños”
Compañía Joaquín Grilo
“Ningún soñador es demasiado pequeño, ningún sueño es demasiado grande”
con unos textos del escritor uruguayo Wimpi, un duende anuncia la obra,
introduce a lo que será un viaje a los sueños del bailaor, director y creador
de la obra, quien aparece sobre un extremo vestido de negro cual marioneta, con
las manos blancas, que esta siendo manipulada por alguien, ¿quién? no es lo
importante. Alguien manipula la vida de las personas, o quizás alguien manipula
sus sueños. La interpretación de la obra es totalmente abierta, no crea un hilo
conductor o mensaje determinado, ni postura sobre algo, más bien opera como
ideas sueltas u ocurrencias. Aparece el Grilo con una maleta, la coloca sobre
un banco y se sorprende del sonido que producen las trabas al abrirse, pero no
se sorprende de lo que hay dentro. Saca una chaqueta, unos guantes blancos, un
sombrero y se transforma en Michael Jackson. Luces, música y sonido -estilo
triller- en medio del número musical él zapatea. Un grupo de bailarinas -la
compañía- intervienen para arropar el cuadro. La escenografía cambia de forma y
aparece un balcón y una mujer fumando, nos trasladamos a los años ’20, Grilo
vuelve a la escena y baila con la mujer que ha bajado las escaleras. La danza una
especie de charleston con pasos de swing, un dúo que combina momentos de
zapateo. Se sucederá cuadros musicales, un solo del propio director que
recuerda a Gades en el Don Juan, con música del concierto de Aranjuez y vestido
de blanco genera movimientos autotélicos que remata llorando en el piso sobre
el final.
La intervención del cuerpo de baile a veces es el soporte, el marco de
contención otras las que movilizan la utilería. Su momento más importante es
una pobre coreografía con mantón sin juegos, sin demasiada creatividad donde
las cuatro bailaoras reproducen exactamente lo mismo, no hay tensión ni
proyección ni un diseño interesante, más bien colocadas en forma de rombo hacen
pasos sin una evolución coreográfica. Baila Grilo por martinete sobre un
costado frente a la proyección de la imagen de un muro con un letrero que dice
Calle del Olivar. Es un cuadro con mucho flamenco los cantaores lo arropan con
las palmas, Grilo explora todos sus gestos recurrentes, el cuadro tiene cierta
tensión y es bien acogido por el publico que aplaude entusiasta.
Interviene el “duende” en varias oportunidades para recitar. Los textos
no tienen una trabajo sonoro ni coreográfico son parte de la metáfora o de los
sueños. Grilo baila un dúo con una bailaora sin demasiado contenido poético y
expresivo y con cierta pobreza coreográfica.
La música aparece como generadora de climas la cual ira construyendo
momentos interesantes desde lo musical. La puesta de luces es linda, sobria y
efectiva, componen cuadros estéticamente bellos. Los duendes de la música Makarines
-artistas invitados- crean momentos sonoros interesantes al igual que el piano
a cargo de Rodrigo Carmona y la guitarra de Francis Gómez. La cantaora May Fernández
– que acompañara a Grilo en otras propuestas- se luce en su solo impecable, los
apoyos en percusión y batería de Ané Carrasco complementan lo musical.
‘La calle de mis sueños’ muestra los sueños de un bailaor que explora
sus mundos oníricos, logrando componer una musicalidad muy bella, pero
coreográficamente pobre no hay construcción de personajes cada uno es quien es,
pero al final las bailaoras sacan un vestuario interesante, diferente y con
pololos, pero solo para hacer palmas.
Con esta nueva propuesta del bailaor Jerezano arranco el vigésimo tercer
Festival de Flamenco de Jerez en el teatro Villamarta.
Gabriel Vaudagna
22 de febrero 2019 teatro Villamarta/ Jerez de la
Frontera
Foto: Javier Fergo
Foto: Javier Fergo
FICHA TÉCNICA:
Baile: Joaquín
Grilo, Cynthia Cano, Marta de Troya, Noelia Vilches, Paula Salazar.
Baile-actor:
Fernando Galán
Duendes de la
música: Makarines (artistas invitados)
Cante: May
Fernández
Guitarra: Francis
Gómez
Teclado y piano:
Rodrigo Carmona
Batería y
percusión: Ané Carrasco
Dirección artística, coreografía y dirección escénica:
Joaquín Grilo
Asesoramiento escénico: Tras el Trapo Teatro
Idea Original: Joaquín Grilo y Nuria Figueroa
Coreografía: Joaquín Grilo
Producción: Flaco producciones SL (Joaquín Grilo)
Coproducción: Fundarte (teatro Villamarta)
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