Lo que vale un cuerpo
Eduardo Guerrero estrena en el Villamarta
Debajo de los pies una obra de flamenco que trasciende lo propio del
estilo para contar aquello que le preocupa.
La pieza tiene imágenes fuertes, momentos
de humor, momentos de flamenco puro y duro y momento en que hay cuerpo
habitando un espacio.
Proyectado sobre la pared del fondo
del escenario una frase que dice: (…) Por primera vez me doy cuenta de lo
que vale un cuerpo. El vacío de mis pensamientos no se hace grande. Pero cuerpo
tú dejarás este mundo con dolor. (Göran Tunström)
El espacio está despojado, sobre el
costado izquierdo hay algunas sillas. Los intérpretes ingresan vestidos de
calle, se ordenan al frente, en silencio. Cada uno lleva un poco de ropa en sus
manos, se distribuyen por el espacio se desvisten íntegros y se visten todos
con ropa blanca. Hay un silencio incómodo en la platea, el flamenco no tolera
ver cuerpos en escena, algunos gritan algo. Hay cuerpos desnudos que van a
vestirse, todos iguales. De los laterales y en el fondo suben unos telones,
tipo franjas blancas, que delimitan el espacio y en donde se proyectarán
imágenes.
La obra impone un lenguaje corporal, hay
fracciones repetidas de movimientos que van construyendo el discurso narrativo.
Los tres intérpretes Eduardo Guerrero, Alberto Selles y Sara Jiménez, se
vinculan desde el movimiento de sus cuerpos, mientras tanto sucede la danza.
Selles por momento canta -muy bien-
provocando algunos oles en la platea. Jiménez lleva un vestido que se arma y
desarma en bata de cola -también blanco- aunque por momentos pareciera construir
un personaje, quizás la muerte, quizás la que rodea a todos ellos provocándolos,
no es una bailaora que sale con bata y mantón aquí pasa otra cosa incluso en un
momento su rostro también se oculta detrás de las telas.
Los movimientos de los cuerpos se alinean
a una forma de flamenco contemporáneo, no de la danza contemporánea, sino un
patrón de movimientos sin patrón, sin la redondez de la danza española,
construyen su propio universo de movimientos. Guerrero lleva sus brazos muy atrás,
su cuerpo es flexible y busca llegar a otros límites, eso lo desmarca de un formato
tradicional.
Hay intervenciones de audios, de
sonidos de mercado, de gente que habla y sobre eso también se baila.
Hay un juego entre Selles y Guerrero muy
de carnaval de Cádiz -ambos son gaditanos- que deviene en unos tangos de
Guerrero que levanta una gran ovación del público, como también en la soleá
final.
Los palos se suceden, pero no son lo
importante, sino cómo se mueven los cuerpos, como caen y vuelven a levantarse,
quién lo rodea, cuándo están solos.
Al final de la danza de una forma
desenfrenada Guerrero cae, sus compañeros -músicos incluidos- lo ven caer, lo
dejan allí y comienzan todos a desvestirse para tirar su ropa sobre él. Cada
intérprete lo cubre con su ropa, mientras se ven imágenes y suena un bombardeo
en alguna ciudad árabe. Todos cubren el cuerpo. Estos mismos que llegaron con
él que se vistieron, que bailaron y tocaron que construyeron su entorno cercano
ahora son ellos quienes lo entierran.
Debajo de los pies es una obra con mensaje potente, con
unas interpretaciones impecables y con una estética muy cuidada. Una obra con
la que se apela a la reflexión, quizás no solo de pensar que hay debajo de
los pies por dónde camino, qué es lo que piso, sino quienes son los que
quieren pisarme.
Gabriel Vaudagna Arango
25º Festival de Jerez
15 de mayo 2021 Teatro Villamarta
Foto: @festivaldejerez/ Javier Fergo
FICHA TÉCNICA
Dirección: Eduardo
Guerrero
Director escénico y
dramaturgo: Mateo Feijoo con la colaboración de David Lago para el Romance
Dirección musical:
Joselito Acedo
Coreografía: Eduardo
Guerrero, Marco Flores, Alberto Sellés, Sara Jiménez
Asesoramiento
coreográfico: Rocío Molina, Iván Amaya
Baile: Eduardo
Guerrero
Artistas invitados:
Sara Jiménez, Alberto Sellés
Guitarra: Joselito
Acedo
Cante: Ismael de la
Rosa
Batería: Manuel Reina
Escenografía: Eduardo
Guerrero
Diseño escenografía y
planos: Davinia Fillol
Realización
escenográfica: Teatro Bicentenario de San Juan, Argentina
Diseño de iluminación:
Benito Jiménez
Audiovisuales y
espacio sonoro: Los Voluble
Grabación de vídeos:
Simone Serlenga
Artistas en videos:
Remedios Amaya, Tío Maleno
Diseño de producción:
Clara Castro
Coordinación técnica:
Félix Vázquez
Asistencia técnica:
Soviled
Coordinación de
producción: Compañía Eduardo Guerrero
Vestuario: Maura y
Revuelta
Calzado: Begoña
Cervera
Fotografía: Luis
Malibrán, Lucrecia Díaz, Ximena y Sergio
Colaboran Festival de
Jerez, La Aceitera (Sevilla), Teatros Del Canal (Madrid), Centro Cultural Paco
Rabal (Madrid), La Factoría (Sevilla), Centro Cultural de Arte Flamenco La Merced
(Cádiz)
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