Universo Najarro

La compañía de Antonio Najarro se presentó en el teatro Coliseo de Buenos Aires con su obra Querencia. Una puesta que traspasa los límites de la danza española para mostrar que el movimiento del cuerpo es un universo inagotable.

Najarro construye una obra de gran calidad estética, técnica, visual y auditiva, en la que abundan una infinidad de sutilezas. El cuerpo de baile justamente aborda ese concepto: cuerpo. Un cuerpo que se mueve en escena y construye imágenes, cuadros, formas, sonidos y que el público decodifica en sensaciones.

Son catorce los intérpretes que utilizan recursos de la escuela bolera, del folklore español, del flamenco y de la danza estilizada. La pieza está compuesta de once cuadros y en cada uno aparecen diferentes elementos como la capa, el mantón, el sombrero, la bata de cola y siempre presente la castañuela como signo de identidad española y de la propia compañía.

La puesta de luces y las proyecciones de sombras en el fondo crean climas elegantes y bellos, que se suman a la propia dinámica coreográfica. Cada pieza reelabora un concepto de movimientos y la desarrolla creando solos, dúos, tríos o formas coréuticas en el que intervienen todos los intérpretes. No es el unísono la única forma de crear, o la simetría; la coreografía explora las personalidades de los y las intérpretes que se mueven de diferente modo, indagando su carácter personal y a la vez creando un estado de equilibrio. Todo sucede de manera precisa, exacta y con un recorrido de movimientos acabados, pareciera por momentos la maquinaria de un reloj, cada paso ensambla la siguiente secuencia.

Querencia es una obra para disfrutar de la danza, sin prejuicios, sin conceptos a priori y sin querer encasillar en que estilo está basado cada cuadro. Podríamos definir desde lo musical, aires de guajira, de jotas, de tangos o bulerías y de muchas otras músicas que la atraviesan, pero el objetivo no está puesto en eso, sino en construir un lenguaje nuevo, una forma estética que bebe muy bien sus raíces, que se nutre de una técnica de ballet impresionante y que desempolva las viejas creencias sobre la danza de antaño.

Con cada pieza, buscaba en los archivos de mi memoria el parecido a los Pericet en su tiempo, a Gades, o a la Yerbabuena, y nada tenía que ver con eso. Descubrí que ese universo creativo de Najarro tenía más coincidencias con Merce Cunningahm -coreógrafo americano-, que con cualquier obra española. Que el movimiento de por sí vale como goce estético y que no hace falta contar ni etiquetar nada. La danza es una experiencia maravillosa que impacta a quien se deja habitar por el movimiento, aun desde la platea.

Quizás, como reflexión, habría que empezar a pensar que esta nueva propuesta de danza estilizada requiere una nueva definición. Un nuevo concepto que la defina, en tal caso, una post-estilización contemporánea. Posiblemente, el universo de este coreógrafo, está creando una nueva danza, más original, más intensa y que requiere otra mirada.

Gabriel Vaudagna Arango

Teatro Coliseo, Buenos Aires, 3 de agosto 2023

Foto: Roberto Sastre

FICHA TÉCNICA:

Idea original y coreografía: Antonio Najarro

Composición Musical: Moisés Sánchez

Interpretación: Orquesta de Extremadura

Percusionista flamenco: Odei Lisaso

Diseño de iluminación: Pau Fullana

Diseño de Vestuario Yaiza Pinillos

Producción: Antonio Najarro S. L.

Distribución: Gachi Pisani

Bailarines solistas: Celia Ñacle, Lucia Cardeñoso, Tania Martín, Carlos Romero, Daniel Ramos.

Bailarines/as: Alejandra de Castro, Celeste Cerezo, Cristina Carnero, Lucía Fernández, Alejandro Lara, Javier Moreno, Ethan Soriano, Álvaro Brito, Álvaro Madrid.

Maestra de Ballet: África Paniagua.

Director Técnico: Raúl Mallol.

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