JESÚS CARMONA Amator


La fluidez de la danza.

Un grupo del público sube a escena, se ubica en el fondo en una pequeña grada, la cuarta pared del teatro se rompe, la propuesta coreográfica de Carmona busca interactuar de esta manera con ellos. El suelo esta dividido en sectores, hay piedras, madera del escenario, césped, un espacio espejado que no es ni metal ni vidrio, y una zona por delante con polvo.
El programa esta dividido en tres partes. Uno: Reflejo, arranca bailando por guajiras en la que Jesús Corbacho -excelente- introduce al cante y Jonathan Reyes recita, ambos tienen colocado sobre uno de sus pies unos cascabeles que apoyan la percusión. La guitarra compone una música que llena la escena, que marca los momentos sutiles. Y él baila. Su danza no es otra cosa que la sucesión de movimientos fluidos, una idea repercute en un extremo de su cuerpo y se traslada al resto provocando un giro, una pérdida del equilibrio que termina en un salto o en el sonido de los pies. La plasticidad con que Carmona se mueve en escena traslada al espectador la sensación de estar moviéndose. No hay detenciones, no hay stop para escuchar el cante, siempre hay movimiento y de esta manera sucede la obra. El primer tercio terminará con la Serrana que ha sido elegida por alguien del público y cierra sobre una silla bajo un cenital y con el reflejo que genera el suelo.
Dos: Terrero, baila por tango y tanguillos en el frente sobre el polvo, juega a resbalar de un sector a otro para que se levante el polvo y se va al sector de las piedras para producir un nuevo sonido mientras que se acaba la granaina. Aparecerán desde el fondo del patio de butacas los cantaores haciendo sonar dos palitos cantando por rumba “maduralo, maduralo… maduralo…” y luego aparece el propio bailaor desde la platea. Sentado sobre una escalera Juan José Amador pregunta a elección del publico que estilo le gustaría que se baile, entre tarantos caña y solea. El público grita taranto, y el espectador elije caña y todos aplauden.
Bailará sobre el proscenio la caña y en el remate del primer verso rompe un tacón de la bota, así continúa todo el baile con un pie en media planta y el otro interviniendo con sonidos, con mucho arte resuelve la dificultad y se transforma en un baile con mucha tensión que será ovacionado.
Tres: Lozano. Juan José Amador, canta sentado en la escalera, introduce algunos tercios de bulerías, alarga el tiempo y viene a buscarlo Corbacho para pedirle que cante una milonga con la cual sale de escena.
Salta sobre el césped un Carmona con bermudas y camisa blanca, estilo folklórico y baila lo que el programa dice una tiranilla, especie de jota que mezcla con saltos de bolero y alguna pirueta extra, su cara de felicidad obliga al público a sonreir, la danza es dinámica, alegre, ya todo ha pasado, la tensión que produjo la rotura del tacón deviene en alegría. Se va con unos verdiales. Los cantaores arrancan por bulerías y vendrá nuevamente él con otro vestuario, su pantalón negro camisa y chaleco para bailar por alegrías.
Otra vez la danza continua y fluida, otra vez la plasticidad, algunos remates son sutilezas hechas con el cuerpo o el brazo. Lo que explora del flamenco tiene que ver con otra línea que no es la rigidez de movimientos sino su contrario y una sucesión de giros controlados, los movimientos con un recorrido acabado no hay fragmentos hay continuidad hay fluidez en la danza.
Los cantaores abandonan las sillas, se implican en la obra, algo que esta instalado en el flamenco, se sale de ese lugar estático de hace algunos tiempo o el lugar de inmovilidad y el cante tiene ahora movimiento. La entrada por la platea -patio de butacas- es un recurso que esta apareciendo en varios trabajos.
Amator de Jesús Carmona es una obra con una puesta de luces, escena y musical de gran calidad y deleite. Su danza es diferente. La participación activa del público empieza a instalarse en algunas obras de flamenco el espectador emancipado ha llegado para quedarse.

Gabriel Vaudagna
Teatro Villamarta 26 de febrero/ Festival de Jerez 2019
foto: Javier Fergo

FICHA TÉCNICA
Idea original, dirección, coreografía y baile: Jesús Carmona
Cante: Juan José Amador, Jonathan Reyes, Jesús Corbacho
Guitarra: Juan Requena
Dirección Artística: Rafaela Carrasco y Jesús Carmona
Coreógrafos invitados: Marco Flores y Nino de los Reyes
Música: Juan Requena
Producción: Jesús Carmona

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