Paula Comitre



Cámara Abierta

Podría describir la obra en una serie de imágenes: ella entrado con los pies descalzos y una bata de cola negra recogida dando vueltas, círculos.
Ella de pie sobre un practicable (especie de cajón de madera) en pantalones, a medio vestir, haciendo sonar unas castañuelas de metal mientras recita el decálogo del baile de Vicente Escudero.
Ella sentada en el suelo frente al guitarrista -Juan Campallo, excelente- solo escuchándolo.
Ella atándose un mantón a la cintura para luego caminar cual bata y jugar de mil modos con ese elemento.
Cámara Abierta es una obra que mantiene una línea coherente y honesta todo el tiempo, se juega con un lenguaje y se respeta. No hay en ella cortes extraños buscando el aplauso fácil o rematando una letra para causar un “ole” como en la mayoría de las obras.
Aquí lo importante es el mensaje. La obra plantea por momentos el mundo femenino abordado desde la visión de Escudero quien definía que era ser masculino al bailar, entonces queda expuesto por oposición lo contrario, esta idea que la mujer en la historia del baile no zapatea y el hombre no mueve las caderas, hasta la llegada de Carmen Amaya.
Esta es una obra poética y con mucho sentido de lo flamenco, con soniquete, con palmas con buen cante, pero sin artilugios, sin esa necesidad extrema de contar los palos que se hacen. Solo es el cuerpo en movimiento siguiendo una melodía y a veces suspendido en el silencio.

EL BAILE

Paula Comitre mantiene una honestidad corporal de principio a fin. Se ve una técnica de danza impresa en su cuerpo, un vaivén entre unos brazos redondeados y circulares hasta una fragmentación lineal, quizás más contemporánea. El torso genera desequilibrios constantes, no solamente en las vueltas de pecho, en las piruetas, sino en un extremo de cambrés hacia atrás que modifica su eje al desequilibrio mientras suspende la danza.
El uso de castañuelas de metal, tipo Escudero, que ejecuta muy bien, sobre todo por estar colocadas en su dedo mayor al estilo folklórico, le otorgan un sonido de la carretilla muy ligero y a la vez agudo.  
Sobre el final en las cantiñas -que baila con mantón estupendamente-, se anuda la falda, se quita los zapatos y se sube sobre el mantón para cerrar una obra, quizás una reflexión, una danza, mientras se escucha la voz de Matilde Coral que habla a lo lejos. Aquí se pone en tensión la escuela sevillana, a Pastora, los pies de Carmen y las caderas de Escudero.
La puesta en escena de Mercedes de Córdoba en colaboración con David Coria mantiene como la misma intérprete una coherencia, las luces apoyando cada movimiento sin estridencias y los músicos excelentes y comprometidos con la acción dramática.
Cámara Abierta es una muy buena obra para disfrutar más de una vez y reflexionar sobre el flamenco y el mundo femenino. Quizás si uno no llega a entender de qué se trata se puede quedar pensando que es una muy buena bailaora y “guapa”.

Gabriel Vaudagna /Sala Paúl 24 de febrero 2020
Fotos: ©festivaldejerez/Javier Fergo

FICHA TÉCNICA
Idea original: Paula Comitre y David Coria
Baile: Paula Comitre
Dirección escénica: Mercedes de Córdoba - David Coria
Dirección musical: Juan Campallo
Guitarra: Juan Campallo
Coreógrafos invitados Rafaela Carrasco - Mercedes de Córdoba - David Coria
Cante: Antonio Campos - Miguel Ortega - Jesús Corbacho
Percusión: Paco Vega
Diseño de iluminación: Antonio Valiente
Diseño de sonido: Fali Pipió
Diseño de vestuario: Belén de Quintana
Producción: Paula Comitre

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