UN PASTICHE DE DANZA
La técnica de pastiche se diferencia a la del collage, que en esta todos los elementos alternativos que la
componen tiene el mismo valor, no hay en la representación algo que se
impongan, algo para destacar.
Cuero-cuerpo la obra estrenada anoche
en la Bienal por la bailaora Asunción Pérez “Choni” se presentan como eso; un
pastiche de danza.
La imagen de una mujer con vestido
rojo ajustado, peinado estilo años ’50, un micrófono de la misma época en el
centro, una silla patas arriba y varios objetos dispersos por la escena
conforman la imagen inicial.
Sobre el telón de fondo que irá
cambiando de color y construyendo distintas imágenes, se recorta la figura de
la intérprete. Las imágenes son bellas, ella subida a sus tacones “stilettos”
avanza, camina cayéndose como alguien que ha pasado una noche de alcohol. Esa
imagen de cantantes de jazz del vodevil al terminar todo. Esa imagen la
construye con esos objetos caídos, mientras suena una percusión sobre un plato
de metal que comienza inquietante y se transforma en agotadora.
La escena es bella pero demasiado
larga para que no pase nada. Instala la intérprete la pregunta acerca de la
danza. ¿Estos es danza? Mientras se acerca al micrófono con una mascarilla
(covid) y produce sonidos.
Aparecerá un hombre pájaro de negro.
Según el programa de la Bienal, el guardián de la tradición. Realizan
una serie de movimientos y luego se toman ambos de una gran vara, que trae éste
último, a modo de barra de ballet, y comienza la serie: un plié, un tendú,
etc…, por momentos se desfasaban un poco, en algo que parecía representar la
infancia de la protagonista.
Aquí, lo poético del principio se
desarma. Aparecerá otro intérprete vestido de Rojo -Mefisto- podríamos pensar
que hay una referencia al Fausto de Goethe, con quien hará un paso a dos. Luego
ambos bailarines harán una secuencia de estudiantes de danza contemporánea de
primer año, mientras ella al fondo se viste con un gran vestido de tules y tipo
novia o graduada para hacer un dúo de danza española con el segundo bailarín
que ya ha cambiado su ropa por un traje negro.
La música opera como ambientador, no
se baila sobre ella, sino que aparece construyendo los climas, el guitarrista
Raúl Cantizano compone con diferentes instrumentos sonidos interesantes
llevándolos, en algunos casos, al límite.
Hay una danza, símil zapateo
americano, pero con zapatos de flamenco que no producen el mismo sonido.
Mientras el guardián de la tradición,
como se anuncia, arroja unos platillos sobre el suelo, ella se viste con un
vestido de cuero simulando una estructura de antiguos trajes-miriñaque-, que
permite ver debajo sus ligas, corset y su cuerpo.
Ella baila sobre los platos de metal
una especie de farruca, zapatea, compone nuevas secuencias. Aunque se la ve
enojada, quizás con el flamenco, quizás una sensación de sentirse encorsetada a
eso que ella misma eligió cómo lenguaje…
La imagen de ella bailando con ese
vestuario particular es bella, vuelven a aparecer imágenes interesantes, el
fondo cambia de color… sobre el final de la danza remata como cualquiera que
baila flamenco esperando el aplauso del público, se quita el vestido y lo
arroja.
Baila la Carmen de Bizet, suena la
música, ella recorre el escenario y viene hacia el micrófono antiguo que está
delante para producir gemidos mientras come una naranja de a mitades. Al fondo
los dos bailarines se colocan medias largas, tacones altos y se transforman
dando paso al burlesque con el que cerrarán la obra.
Entre la seducción y lo erótico de
esta forma de danza, se superponen el claqué, el ballet, el contemporáneo y el
flamenco, transformándose en un verdadero pastiche de movimiento.
Volvemos a preguntarnos qué obliga a
un artista a encorsetarse si no son sus propios demonios.
Gabriel Vaudagna
Teatro Central 16 de septiembre
XXI Bienal de Flamenco de Sevilla
Foto: Archivo fotográfico de la Bienal Claudia Ruiz Caro
FICHA TÉCNICA
Dirección y
coreografía: Asunción Pérez “Choni”, Manuel Cañadas y Victor Bravo
Dirección y
composición musical: Raúl Cantizano
Asesora artística
burlesque: Srta. Siller
EQUIPO TÉCNICO
Nacho Sánchez para
BUENAVENTURA PRODUCCIONES,
coordinación técnica e
iluminación
Ángel Olalla, sonido
DISEÑOS Y
REALIZACIONES
Curro Medina / Paco
Pérez, fotografía
José Galván, Felisa
García y Srta. Siller, vestuario
Fau. Diseños y artesanía
en piel, miriñaque de cuero
Ana Arteaga, máscaras
GESTIÓN
María Velasco para
vecinas management, producción
Elena Carrascal I D,
distribución
Con la colaboración de
la AGENCIA ANDALUZA DE INSTITUCIONES CULTURALES.
Junta de Andalucía.
Y el apoyo de FACTORIA
CULTURAL. ICAS. Ayto de Sevilla.
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