Jondo
La obra del bailaor Eduardo Guerrero, con guion de Triana Lorite; estrenada hace dos años en el Generalife de Granada, al cumplirse los 100 años del concurso de cante Jondo[1], se presenta en Madrid, en el teatro EDP Gran Vía desde el 21 de agosto hasta el 1 de septiembre.
Jondo, del primer llanto, del primer beso, comienza con un prólogo, cinco escenas y un epílogo, que toma como punto de partida el universo del escritor granadino Federico García Lorca, de allí surgen los personajes como: Rosita (Doña Rosita la soltera); Belisa (Amor de Don Perlimplin con Belisa en su Jardín), Mariana (Mariana Pineda), Adela (La casa de Bernarda Alba); Gonzalo y Enrique (el Público). Todos ellos atravesados por el amor no correspondido.Son cinco los cuadros que componen la
obra, en el cual el concepto poético es muy interesante, pero no llegan a ser
tan concretos, quizás porque la propia danza no alcanza para contar-mostrar la
metáfora y el espectador debe construir el sentido con su propio bagaje
intelectual.
El bailaor, Eduardo Guerrero, figura
principal, va guiando a los personajes a ver su propia realidad, a Rosita, a
Belisa, recreada en una breve escena alegórica. Esa realidad desgarradora, en
la que el amor y la soledad son los ejes centrales y en la que los personajes
se quiebran por amor.
El baile flamenco, en este caso, toma
muchos elementos de la danza contemporánea, sobre todo en el concepto de cuerpos
en movimiento. La diferencia entre estas dos disciplinas podría ser que,
mientras una se ejecuta de manera vertical, estructurada, con frases ordenadas
y con un vestuario determinado, la otra es libertad. Lo contemporáneo nace sin
estructura visible, organizados a partir de ideas conceptuales, abstractas y
donde lo orgánico es lo que determina la acción y el vestuario, en este caso,
deja ver la piel de quien baila.
La música también prevalece en el
flamenco como determinante de la acción, mientras que en el contemporáneo la
música está en segundo plano.
La obra, pone en tensión el cuerpo, la
carne, con lo que lo habita como la pasión o el desgarro, haciendo que los
personajes de Lorca se diluyan en ideas, mientras el cuerpo compone solo
imágenes decorativas.
La dirección musical y la guitarra de
Pino Losada son impecables, con momentos muy emocionantes. El universo melodioso
que se crea en toda la pieza es muy agradable y con detalles folklóricos a
veces, y flamencos otras. La intervención de la percusión, el trombón y el
cante, también completan el paisaje sonoro.
El baile flamenco se desarrolla en la
percusión de los pies, sincroniza con algunos estilos seleccionados, no lleva
una estructura sencilla, más bien rompe con la idea de baile tradicional para
inaugurar otro lenguaje.
Jondo, del primer beso, del primer
amor, es una obra
interesante para ver como cohabitan la misma escena dos lenguajes diferentes
como el flamenco y el contemporáneo, pero que buscan emocionar integrando la
pasión de uno y la libertad del otro, generando una fusión que permite
enriquecer el lenguaje artístico.
Gabriel Vaudagna Arango
Teatro EDP Gran Vía / Madrid/ 28 de
agosto 2024
Foto de prensa: SEDA producciones
Baile: Eduardo
Guerrero
Cuerpo de Baile:
Mónica Prado, Clara Checa, Elsa del Mar, Alicia Segura, Irene Flores, Lorena
Moreno, Nino González, Alejandro Fernández.
Cante: Manu Soto, Ana
Salazar
Guitarra: Pino Losada
Trombón: Jorge Moreno
Batería: Antonio
Carmona
Creación de coreografías
contemporáneas: Sharon Fridman
Idea Original y
dramaturgia: Triana Lorite
Creación coreografías de
flamenco: Eduardo Guerrero
Dirección Musical:
Pino Losada
Arreglos vocales: Ana
Salazar
Espacio sonoro: Calde
Ramírez
Dirección Técnica:
Manuel Ibáñez de Saavedra
Productor: Lope García
[1] En 1922,
Federico García Lorca y Manuel
de Falla, entre otros, organizan el 1º concurso de cante jondo.
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